Imaginen la escena: el día entero dando vueltas por el taller, revisando media docena de trabajos inconclusos a ver qué podría servir para compartir en el Finde Frugal; pero a todos les faltaba una dosis más o menos importante de trabajo, y la verdad es que hoy no estaba especialmente inspirada para terminar ninguno (no sé si a ustedes les pasa, pero cuando me pongo a trabajar sin ganas, a menudo acabo estropeando el proyecto... así que, a fuerza de lijar y repintar tropecientas veces los fallidos intentos de mis días "desganados", he aprendido que cuando las musas se toman libre, lo mejor que puedo hacer es imitarlas y dejar la labor para otro momento!)
"Y bueno, será la próxima semana", pensé con resignación, aunque todavía reticente a darme por vencida. En eso asoma la cabeza...
