Un nuevo año blanco y radiante

¡Feliz Año Nuevo para tod@s! Es bueno estar de vuelta en esto de bloguear, después de haberme tomado un largo y necesario descanso de todo el universo virtual de Internet... 

Muchas cosas han ocurrido en mi vida personal y familiar durante este período de ausencia, algunas de las cuales han determinado la proximidad de cambios drásticos, como abandonar la vieja y adorable casa donde vivimos los últimos dieciséis meses para mudarnos al interior, lo cual va unido a la perspectiva de un cambio radical de actividad laboral cuyos detalles en su mayoría aún están por definirse... Todo ello determinó que nuestras festividades tradicionales de fin de año estuvieran marcadas por la incertidumbre y una cierta melancolía: en medio de los preparativos para la mudanza y rodeados de cajas de cartón donde -por cuarta vez en cinco años- hemos ido guardando nuestros objetos más preciados, no tenía sentido desempacar las decoraciones festivas, así que esta vez en nuestra casa no hubo luces titilantes ni árbol de Navidad. En cambio, elegimos celebrarlas de un modo frugal, sencillo y natural: acampando en nuestro pequeño predio cerca del mar, lejos de toda la locura consumista de la ciudad y de los excesos típicos de estas fechas. 

Para ser franca, cada vez que empiezo un año me propongo que ése será el definitivo, el de los logros trascendentes y las metas cumplidas; pero después empiezo a vivir como en una nebulosa de cotidianeidad, mientras los días, las semanas y los meses me pasan vertiginosamente por el costado, y otro diciembre me sorprende sin haber alcanzado ni la cuarta parte de mis propósitos y sin saber siquiera en qué se me fue el tiempo... Sin embargo, el inicio de 2013 me trajo una energía diferente, fresca e inspiradora, una especie de certeza acerca de que "todo lo que ocurra de aquí en adelante será para mi mayor bien". Recordé las palabras con las que Sarah Ban Breathnach comienza su año en "El encanto de la vida simple": "Sólo los sueños traen el cambio al mundo [...] ten confianza en que ahora es el momento". Y me pregunté: ¿será posible que este año logre por fin el sueño de quitarme definitivamente el lastre de mi profesión "oficial" y abrirme paso en un entorno laboral más informal, que me permita nutrirme interiormente al vivir rodeada de belleza, armonía y creatividad, a la par que poder compartir mis tiempos de trabajo con la crianza de mi hijito, la misión más sagrada que he asumido en esta etapa de la vida? Dicen por ahí que hay un tiempo para cada cosa, y que cada cosa tiene su tiempo (Eclesiastés 3:1); así que, ¿por qué no pensar que si hasta ahora no se dio no fue por falta de voluntad -como suelo reprocharme a mí misma en momentos de desesperación- sino porque simplemente NO ERA EL MOMENTO? ¿Por qué no CREER que "el momento es ahora"?

Así que ni bien regresé a casa, me sumergí de lleno en el armario donde se apilan docenas de proyectos manuales a medio hacer, decidida a aprovechar estos vientos de inspiración para terminar rápidamente alguno de ellos. Confieso que buscaba puntualmente algo BLANCO Y RADIANTE -en parte inspirada por el nuevo blog de mi amiga Serena "the Lady of the Woods", donde ella hace una encantadora apología de los blancos prístinos y etéreos como el entorno ideal para almas sensibles amantes de la belleza-; y lo primero que apareció ante mi vista fue una blusa blanca muy "años ochenta", que hace tiempo conseguí en la feria vecinal por cuarenta pesos (aproximadamente dos dólares)...

Como puede verse, se trata de una prenda confeccionada en algodón natural, con un delicado trabajo de alforzas en la delantera y una flor bordada en varias capas como detalle central. Desde que la vi, se me ocurrió que podría transformarse en un bello almohadón para mi cama de estilo francés, así que puse manos a la obra: lo primero fue quitar los puños elastizados de mangas y cintura, descoser las mangas y separar la delantera de la espalda. Luego tomé la parte delantera e hice cortes rectos para eliminar la parte del cuello y las sisas, y obtener así un cuadrado de tela. Como el recuadro con la flor bordada se hallaba colocado en la parte superior del mismo (originalmente la pechera de la blusa) y yo lo quería ubicar en el centro del almohadón, corté una franja de la parte inferior y la cosí a la superior, intercalando una puntilla antigua del mismo estilo de las que originalmente tenía la prenda para darle homogeneidad. Así obtuve esto:

Por  otro lado, descosí la costura que unía la pieza de la espalda, corté de ella las dos mitades que formarían la parte de atrás del almohadón, y las uní con un cierre.

A continuación abrí ambas mangas y las corté en forma longitudinal, obteniendo cuatro tiras de tela de cada una de ellas. Las uní y fruncí para formar el volado perimetral del almohadón.

Sólo restaba unir todas las piezas (se dice más fácil de lo que se hace, ja ja ja), planchar y... voilà!

Lamentablemente un día nublado y una mala luz artificial no me permitieron obtener la calidad de fotos que hubiera deseado; sin embargo igualmente les pongo varios de mis intentos, donde espero puedan apreciar los exquisitos detalles originales de la pieza... 

Así se veía a la luz temprana de la mañana...

Como era de esperarse, el reencuentro con mi querida máquina de coser me motivó a continuar trabajando en varias prendas que esperaban pacientemente su turno de ser reparadas, alteradas o reutilizadas; lástima que, en mi entusiasmo, olvidé tomar fotografías de los respectivos "antes", así que sólo podré mostrar los resultados finales... pero eso lo dejo para un próximo post. 

Hasta pronto, y bendiciones para tod@as!

PD: Esta entrada participa en:

"Budget Decorating Party" de Creative Cain Cabin
"Transformation Tuesday" de The Ironstone Nest 
"Blissful Whites Wednesday" de Timewashed

"Treasure Hunt Thursday" de From my front porch to yours
"Frugal Friday" de The Shabby Nest
"Show and tell Friday" de My Romantic Home
"Feathered Nest Friday" de French Country Cottage
"Shabbilicious Friday" de Shabby Art Boutique 
"Be Inspired Friday" de Common Ground 
"Home Sweet Home" de The Charm of Home  
"Old Time Party" de Old Time Farmhouse