Una de las cosas que más me divierte del intercambio con gente de todo el mundo -facilitada por esta red virtual- es descubrir cómo determinadas palabras adquieren significados peculiares según el lugar en que se las utilice. En efecto, un vocablo de uso corriente en un determinado país, puede resultar vulgar o incluso terriblemente ofensivo al usarlo en otro contexto geográfico...
Cuando vivía en Montevideo -cuyo vocabulario cotidiano acusa una fuerte influencia de su hermana mayor allende el Río, la pintoresca y arrabalera Buenos Aires- solía oír que en la jerga callejera, si alguien quería aludir a una prostituta (o en general a una mujer que intercambia favores sexuales por ventajas económicas), la calificaba con el término "gato". Y esto me provocaba un disgusto profundo, dado que siempre he sido amante de los gatos -animales bellos, afectuosos y carismáticos si los hay-, por lo cual me resulta sumamente chocante que se utilice su denominación con una finalidad tan grosera y descalificadora (apuesto a que mi amiga Lídia Montiel coincide ciento por ciento!)
Sin embargo ni bien me mudé para la frontera con Brasil, recibí una gratísima sorpresa: aquí emplean también la palabra "gato/a" para referirse a personas, pero lo hacen con un sentido completamente distinto. Cuando un brasileño le dice "gata" a una mujer, quiere significar que la considera extremadamente bonita (guapísima, como dirían en la Madre Patria); incluso es bastante común en los medios de comunicación que al organizar alguna encuesta sobre la belleza de las mujeres que participan en un evento, la titulen precisamente "a mais gata" -la más gata- de la fiesta o del concurso o lo que sea... (de hecho, también a un hombre atractivo se le puede llamar "gato", y es un piropo que halaga mucho a los chicos :D ).
Por eso en esta entrada, como desagravio a mis mascotas más amadas y en homenaje al país norteño que hoy me abre las puertas con su proverbial simpatía -aún a riesgo de arrancar una sonrisita malévola de las lectoras argentinas-, elegí parafrasear aquel viejo refrán: "gato con guantes..." como título para mi último trabajito manual, producto de una aburrida tarde de lluvia (sí,de vez en cuando también hace bien a mi autoestima probar estas manualidades sencillas que se pueden empezar y terminar en un rato, en compensación por tantos proyectos de largo aliento y paciencia redoblada).
Se trata de unos mitones o guantes fingerless -un anglicismo súper coqueto, que significa sencillamente "sin dedos"-, muy cálidos y abrigaditos, y sobre todo, facilísimos de realizar en crochet. La ventaja que tiene para mí este tipo de guante es que, al tiempo que nos mantiene las manos calientes, otorga a los dedos movilidad suficiente para realizar tareas que se dificultan bastante con los guantes tradicionales (como acertarle al teclado de la compu o el celular, maquillarnos o buscar monedas en el fondo de la cartera, entre otros).
Supongo que a esta altura algunas se estarán preguntando: "¿Guantes... en SEPTIEMBRE?" Es verdad, parece una labor mucho más apropiada para las amigas del otro lado del océano (quienes ya vislumbran los frescos aires otoñales), mientras nosotras las del Sur según el almanaque ya deberíamos empezar a oler la primavera... Pero la verdad es que por acá todavía sufrimos temperaturas cuasi invernales, y la estufa a leña continúa trabajando horario completo (a veces, incluso, turnos dobles!). Además, al acercarse el cambio de estación se viene el momento de seleccionar y acondicionar la ropa de abrigo antes de guardarla para el próximo año; y como mi estilo de vestir nunca se ha regido por la tiranía de la moda -me gusta definirlo como ATEMPORAL, al igual que mi edad jejejeje-, sé que aun cuando no llegara a usarlos ahora, será una grata sorpresa encontrarlos "para estrenar" el invierno venidero. Pero por si estos argumentos no resultaran valederos, digamos simplemente que fue lo único que se me ocurrió hacer con las dos madejas de lana acrílica de mi color favorito que vendían por un real (aproximadamente medio dólar americano, o 35 céntimos de euro) en un baratillo de mi ciudad... Caso cerrado, pasemos a la explicación del trabajo.
Como la lana es de un grosor medio, utilicé una aguja de crochet de 4.5 mm. Este modelo de guante se teje en dos etapas: la parte del elástico en plano, y el cuerpo del guante en redondo. Para el elástico, tejí una base de cadenetas hasta alcanzar el ancho deseado (en mi caso 12 cadenas), levanté una cadena más para comenzar la hilera siguiente y tejí ésta en medio punto (punto bajo). La segunda hilera también se teje en medio punto, pero cuidando de tomar con el gancho únicamente la parte de atrás del punto de base, como se ve en el siguiente esquema:
Esta técnica de elástico acanalado está muy bien explicada en el siguiente video, que aunque es en inglés puede ser perfectamente comprendido dada la claridad gráfica del tutorial.
Se sigue trabajando del modo indicado (tomando sólo la parte de atrás del punto base) las hileras siguientes hasta alcanzar el largo de elástico apropiado para nuestra mano -entre 24 y 28 hileras aproximadamente-. A continuación se unen los extremos del elástico para obtener una especie de "cilindro"; a esos efectos doblamos la pieza a la mitad haciendo coincidir los lados angostos, y vamos tomando juntos los puntos de la primera y última hileras y uniéndolos con una hilera de medio punto. Este proceso se puede apreciar claramente en otro video -también en inglés- donde a los propósitos didácticos se ha realizado la hilera de unión con una lana de color diferente.
En este mismo video se explica también el punto principal que yo utilicé, pero para las que no entiendan inglés se los resumo:
Hilera de base o hilera 0.- necesitamos tejer una base de medios puntos tomando el primer punto de cada hilera del elástico, todo alrededor, hasta alcanzar un múltiplo de 6 (si las hileras de elástico tejidas no coinciden con ese número deberemos hacer los aumentos necesarios hasta alcanzarlo). En mi caso, como había tejido 26 hileras de elástico -o sea que en principio tenía 26 medios puntos- realicé 4 aumentos distribuidos por el tejido hasta tener 30 puntos de base.
Hilera 1.- Para comenzar la primera hilera del punto principal (que forma una especie de pequeños "abanicos"), levantamos dos cadenas y en el primer punto de base tejemos dos varetas (punto alto), lo cual va a formar la mitad de un "abanico"; luego dejamos dos puntos de base libres y en el tercero tejemos un medio punto. Dejamos dos puntos libres y tejemos cinco varetas en el mismo punto de base, dejamos otros dos puntos de base libres y tejemos un medio punto en el siguiente. Esto nos va a formar un "abanico" completo. Continuamos igual (saltando dos puntos de base, cinco varetas, saltamos dos, medio punto) hasta llegar a los dos últimos puntos de base, que se dejan libres para tejer dos varetas más sobre el primer punto de base de la hilera, y cerrar con un punto deslizado sobre la cadena que levantamos al principio para completar el último "abanico" de la hilera.
Hilera 2.- Hundir el ganchillo en el primer medio punto de la hilera anterior (donde termina el "abanico") y en ese punto tejer cinco varetas; cerrar con un medio punto sobre el centro del "abanico" inferior. Continuar tejiendo los "abanicos" como en la hilera anterior.
Alternar las hileras circulares según lo explicado para la 1 y la 2 hasta completar 8 hileras; en ese punto, cerramos con medio punto 1/5 de la cantidad de puntos de base inicial -como yo tenía 30 al principio, cerré 6 puntos- los cuales van a dejar el espacio para el dedo pulgar, y seguir tejiendo en redondo los puntos restantes hasta completar el largo del guante deseado (unas 12 hileras en total). Rematar con una hilera de medio punto.
Para hacer las rositas que apliqué como adorno a mis guantes, seguí el tutorial de este video:
Espero que la explicación no haya resultado demasiado engorrosa, y que los videos ayuden en caso de que alguna de ustedes se anime a tejerse sus propios fingerless; créanme que es una labor fácil, divertida y sobre todo sumamente rápida (aún para gente de temperamento LENTO como yo jajajaja). Y precisamente por ser económico en tiempo y en dinero, me pareció un lindo proyecto para llevar a los Findes Frugales; así que allá me voy a compartir con todas las frugaleras un delicioso chocolate caliente... servido por una auténtica "gata con guantes"!!!
PD: Con el resto de lana que sobró, e inspirada por la preciosa entrada que publicaron las diosas de de Retro y con encanto el lunes pasado, a último momento le tejí a mi taza un abriguito coqueto haciendo juego (disculpen la mala calidad de la foto, la luz artificial no ayuda pero me pareció que igual ameritaba incluirlo en el post...)