Hoy voy a comenzar haciendo una confesión muy íntima: durante los años anteriores, cuando dejaba pasar semanas e incluso meses sin postear nada en este blog, a menudo no era por falta de ganas o de ideas inspiradas. Lo que ocurría era, simplemente, que después de recorrer tantos blogs estupendos a los que sigo, después de contemplar la belleza inmaculada y la exquisita perfección de los ambientes que sus autoras exhiben con orgullo, a menudo me sentía avergonzada y desanimada al no encontrar en la añosa y modesta vivienda que me cobijaba ni siquiera un rincón que se asemejara mínimamente a aquellos paraísos terrenales dignos ser publicados en las revistas de decoración (de hecho, varios de ellos efectivamente lo han sido). Por eso mis entradas siempre fueron puntuales, sobre labores o proyectos concretos, pero nunca me atreví a mostrar una habitación completa de mi casa, por cuanto ello equivaldría a confesar que mientras me pasaba el día FANTASEANDO con esas casas de ensueño, la casa en la que realmente VIVIA se parecía mucho más a un refugio antiaéreo tras un bombardeo, que a un confortable y acogedor hogar...
Lo cierto es que con el tiempo fui descubriendo que muchas blogueras, incluso en Norteamérica -a la que desde estos lares, en buena parte gracias a Hollywood, solemos mirar como si fuese una especie de "Tierra de la Perfección"- se atrevían a admitir que en realidad, sus casas no son tan PERFECTAS como para ser fotografiadas por una revista... y sin embargo, constituyen una enorme fuente de felicidad y disfrute para ellas, sus familiares y amigos e incluso sus queridas mascotas. Y con pesar, descubrí también que a algunas de aquellas a quienes más admiraba -y secretamente también envidiaba un poquitín- por poseer las casas más hermosas que hubiera visto en Internet, por diferentes razones la vida les había presentado otro tipo de desafíos (divorcios, pérdidas laborales o personales) que dejaban en claro la futilidad de una bella "escenografía" si ella queda de pronto vacía de contenido.
De ahí que, este año, he decidido poner en mi mente, en mi vida y en mi blog un toque de realismo: abrir mi casa y mi corazón, y mostrarlos a quienes lleguen hasta esta página COMO REALMENTE SON (¡no como yo quisiera que fuesen!). Tal vez no haga diferencia para nadie ahí afuera; pero en lo personal me siento mucho más honesta, y también más espontánea al no tener que cargar todo el tiempo sobre mis espaldas la implacable exigencia de la perfección... Así que de esto se trata mi primer post como recién llegada a esta nueva ciudad: un pequeño tour para que conozcan al que será nuestro refugio temporal por los próximos dos años, y también un estupendo lienzo en blanco donde poner en juego todas mis habilidades creativas como decoradora, artesana, costurera y recicladora de objetos en desuso, e ir transformando poco a poco cada una de sus habitaciones hasta convertirlo en un verdadero HOGAR...
Antes de entrar, debo sin embargo hacer un par de aclaraciones: la primera es que -por las razones que expliqué en el post anterior- debimos retirarnos en forma bastante urgente de nuestra antigua vivienda, por lo que no hubo tiempo de pintar la casa a nuestro gusto ANTES de hacer la mudanza (¡esa es la tarea que nos espera a partir de hoy!); y la segunda es que, aunque llevamos ya una semana en la misma, un súbito estado febril de origen desconocido (¿estrés post-mudanza, quizás?) me tuvo en cama los últimos cuatro días, impidiéndome adelantar algo en lo que a orden se refiere. Así que lo que verán es exactamente lo que yo vi al levantarme esta mañana... ruego benevolencia, señoras: después de todo, esto es LA VIDA REAL.
¡Bienvenidas sean, pues, a mi nueva casa!
Como pueden observar, lo que será el living-comedor tiene una pared completa y la
chimenea pintados en un agobiante rojo bermellón, con el resto de las
paredes en color arena...
...y este pequeño espacio será mi rinconcito personal para escribir, bloguear o navegar por Internet (favor no fijarse en el estado de la silla: es una Cenicienta "rescatada" de un contenedor de basura, en espera de que su hada madrina se digne dedicarle algunas horas...)
El dormitorio infantil, que también luce hasta hoy una pared bermellón (¿a quién se le habrá ocurrido que un niño en su sano juicio podría descansar apaciblemente en un entorno tan... vibrante? ¡Desde luego a alguien que nunca leyó nada sobre Colorterapia!)
El baño es de lo mejorcito de la casa (¡hasta lo llamaría "bonito" si me apuran!), aunque desde luego le hacen falta algunos toques shabby chic...
La cocina necesita bastante trabajo, pero tiene potencial ¿no creen? (ruego obviar las bolsas y cajas aún amontonadas por los rincones, la etapa de organización vendrá después de la pintura).
Este es el patio trasero, con la ropa recién lavada secándose al sol, tras la cual se puede ver el rústico parrillero. Hay muchas ideas para esta área, pero se las iré contando poco a poco ;)
Y dejé para el final lo que ha sido durante estos días el cuartel general de la familia: mi futuro dormitorio, hoy simplemente una especie de campamento en mayor escala con camas en el piso y bolsos y cajas conteniendo toda nuestra ropa aún por clasificar y ordenar. Esta es tal vez la habitación que más tardará en completarse, porque como es en la que tengo más cantidad de proyectos por aplicar, la dejaré para el final del makeover...
Aunque como podrán comprobar, al benjamín de la familia no parece afectarle en lo más mínimo: esto de dormir, comer y mirar sus dibujos animados favoritos en una misma habitación es como una especie de aventura para él... ¡y vaya que lo disfruta!
Ahora, un pequeño adelanto de lo que se viene: hoy mi compañero comenzó con la pintura de las paredes. La chimenea dejó atrás sus días de furia roja y se vistió con un suave color marfil que le sienta mucho mejor. Y para estrenar el nuevo look, decidimos encenderla esta noche, para asombro y deleite de nuestro "gitanillo"...
Bueno, hasta aquí llegamos por esta vez. Prometo mantenerlas al tanto de los progresos que vayamos haciendo ambiente por ambiente, así que... ¡no se pierdan el próximo capítulo de este peculiar REALITY SHOW! (tenemos trabajo y material bloguero para rato...)
Bendiciones, y hasta la próxima.