Del "power suit"... al boho-chic

Largo tiempo sin volver a escribir en esta pequeña bitácora de sueños... No sé si me pasa únicamente a mí, pero este 2012 en particular parece transcurrir a una velocidad vertiginosa: me parece que fue apenas ayer cuando desarmé el árbol de Navidad, y cuando quiero darme cuenta, ya casi estamos en junio!!! Podría sentarme a hablar horas sobre la gratificante pero agotadora tarea de cuidar full time a un hiperactivo y demandante hombrecito de dos años, y al mismo tiempo ser la mamá sustituta de un varón y cuatro chicas algo más crecidos (no es cosa mía, fueron ellos -los jóvenes estudiantes que se alojan en nuestra casa- quienes me "adoptaron"...); aunque aquellos que me conocen saben que en realidad mi ritmo interno es bastante más pausado que el del mundo exterior, y que aunque siempre ando con la cabeza llena de proyectos creativos, la concreción material de los mismos suele tropezarse a menudo con mi natural tendencia a procrastinar (¡menuda palabreja encontré en Internet para definir esa manía tan característica de "dejarlo todo para más tarde"...!)

En fin, excusas aparte paso a contarles que estas últimas semanas me he dedicado intensamente a la búsqueda de un renovado estilo de vestir, uno que se adapte a la "nueva yo". Es que durante años mi vestimenta estuvo fuertemente marcada por las necesidades del trabajo profesional; por eso abundaban en él trajes de chaqueta, pantalones y faldas de corte formal, mucho negro, azul y gris (en realidad no hay ninguna norma escrita que diga cómo debe vestirse una abogada "seria", pero no olviden que crecí en los ochenta, leyendo COSMOPOLITAN e idolatrando la imagen de las exitosas mujeres que nos vendían por televisión, con sus power suits de hombreras gigantes y chaquetas perfectamente entalladas...)

¿Alguien recuerda a Joan Collins, la malvada Alexis de "Dinastía"...?

¿...o a Melanie y Sigourney en "Secretaria Ejecutiva"...?

¿Y qué decir de la Princesa Diana y su colección de trajes?

Como sea, pasada la cuarta década de vida estoy lista para asumir que ESA YA NO SOY YO; y en consecuencia, para buscar un look diferente, que me represente verdaderamente en esta etapa de mi existencia. Cuento para ello con la ayuda constante de Sarah Ban Breathnach, que en "El encanto de la vida simple" dedica TODO UN MES (abril) a conducirnos sutilmente por el camino del auténtico estilo personal... así que con el Diario de Descubrimientos Ilustrado en la mano, empecé a descifrar poco a poco el jeroglífico de mis gustos actuales en materia de vestimenta, peinado y maquillaje. He aquí lo que resultó:

Recuperé el aire eternamente soñador del crochet, 

el encaje y las puntillas antiguas...

 

 ...y comprobé que también se ven fantásticos 

combinados con prendas de cuero...

 ...con lino y arpillera 

en preciosas carteras artesanales...

 

...e incluso con jean!

Y a propósito, recordé que me encantan

los jeans ajustados y las botas altas...

...pero también adoré verlos juntos

en estas bucaneras!

Volví a un viejo amor: 

las faldas de estilo campesino...

 

...y descubrí que el reciclaje de ropa en desuso 

tiene ahora un nombre muy sofisticado: 

altered couture

 Encontré que me enamoran los colores de la tierra en otoño 

(desde el arena y el beige dorado hasta el marrón chocolate, 

pasando por todas sus gamas intermedias)...

...y me sorprendí probando un peinado de trenzas

(celebrando mi decisión de no cortarme el cabello

al menos por los próximos cinco años!)

 Finalmente, aprendí que todo ello junto 

conforma un estilo muy definido...

...una mezcla de vintage, romántico y gitano 

que los entendidos han dado en llamar "BOHO CHIC"

Así pues, me encuentro ahora en plena campaña para actualizar por completo el guardarropa, adecuándolo a esta tendencia que tanto me fascina; pero no crean que estoy dispuesta a gastarme una fortuna en ello: lo mejor de este estilo es que puede lograrse fácilmente con prendas conseguidas en baratillos y ferias de segunda mano, tal vez convenientemente ajustadas, embellecidas o alteradas con la ayuda de mi siempre fiel máquina de coser (¿qué más puede pedir una recicladora incurable como yo?) 

De modo que no se sorprendan si en próximas entregas dejo un poco de lado mi pasión por la decoración de interiores y me dedico a mostrarles algunos pequeños proyectos de vestuario... Mientras tanto, cualquier opinión, comentario o sugerencia será siempre bienvenido.

NOTA: Todas las imágenes contenidas en este post fueron bajadas de Internet, pero lamentablemente al descargarlas no registré las respectivas fuentes; por lo que si alguien se considera con derecho reservado sobre alguna de ellas, sólo tiene que comunicármelo y le otorgaré el crédito respectivo o la retiraré en su caso.