Suena ligeramente poético, ¿verdad? Pero no, contrariamente a lo que podría imaginarse, no voy a darles lata con ninguna charla almibarada sobre nostalgias del pasado ni nada que se le parezca. Por el contrario, la propuesta de hoy es bien práctica: restaurar molduras faltantes en los marcos antiguos.
¿Recuerdan cuando les conté que tenía en mi garage dos cajones repletos de estos marcos esperando renovación? Bien, a un par de ellos les tocó el turno esta semana... Son los clásicos que solíamos ver en las casas de nuestras abuelas conteniendo las fotos familiares, de madera con molduras de yeso que por lo general se doraban a la hoja para darles mayor realce. A estos dos, idénticos, de buen tamaño y con una textura bastante original, los conseguí en una feria vecinal hace años -por...
