"Cuando
contemplé el libro de mi vida, me di cuenta de que era muy
afortunada.[...] Mi corazón empezó a rebosar de gratitud. Comencé a dar
gracias por todo: el jarrón con margaritas que reposa en el alféizar de
la ventana de la cocina, la dulce fragancia del pelo de mi hija, el
primer sorbo de té por la mañana, el asado de cerdo con manzanas y
arándanos de la cena dominical, oír las palabras "te quiero" antes de
conciliar el sueño. Todos los días empezaron a ofrecerme auténticos
momentos de placer y dicha".
SARAH BAN BREATHNACH
Hace
varios meses, cuando decidí distanciarme temporalmente de este blog, lo
hice con la convicción de que era necesario e impostergable para poner
en orden mis prioridades y dedicarme a construir una vida auténtica para mí y para mi...
