El baúl del ajuar (2): si no puedes comprarlo... ¡hazlo tú misma!

¡Cómo vuela el tiempo! Parece mentira que hayan pasado tres semanas desde nuestro anterior encuentro... Cierto es que he tenido razones para permanecer un tanto alejada de Bloglandia: estoy trabajando duro en la preparación para recibir mi Maestría de Reiki (que espero se concrete finalmente el próximo verano), y por consiguiente desde hace unos cuantos días he dedicado la mayor parte de mi tiempo a la meditación y el autotratamiento necesarios para mantener el cuerpo y la mente en sintonía con la Energía Universal, y así ser capaz de cumplir con el entrenamiento indicado por mi Maestra.

Sin embargo, estoy cada vez más convencida de que el Alma no se alimenta sólo de espiritualidad; o mejor dicho, que existe también mucho de espiritual en el deleite que nos provoca la contemplación del entorno material que creamos a nuestro alrededor, conformado por objetos simples -quizá sin demasiado valor monetario- pero inestimables para nosotras, porque los elegimos especialmente para engalanar ese santuario privado que llamamos "hogar" (supongo que de eso es de lo que habla Sarah Ban Breathnach cuando nos insta a encontrar lo sagrado en lo ordinario...)

Como recordarán, en mi último post les mostraba algunas piezas de ropa blanca antigua que he ido adquiriendo a lo largo del tiempo, y que hoy forman parte de lo que llamo amorosamente "mi ajuar". Pero en realidad, ese no fue el principio de la historia. Verán: todo empezó cuando mi madre decidió obsequiarme una bellísima colcha española de brocato de seda azul, que formara parte de su propio ajuar de bodas y que sólo se usaba -según recuerdo- en ocasiones especiales como las fiestas de cumpleaños...  Una vez en posesión de tan preciado tesoro, mi fantasía se disparó: NECESITABA un juego de cama con primorosas puntillas hechas a mano que fuera digno de acompañarlo. De inmediato me puse en campaña para conseguir las sábanas con las que soñaba; pero por aquel entonces mis economías estaban bastante menguadas, y los precios que ví excedían en mucho mis posibilidades...

Fuente

Así que, ni lerda ni perezosa, recurrí a la fórmula que tantas veces me ha dado resultado: si no puedes comprarlo... ¡hazlo tú misma!

Empecé por adquirir tres piezas de finísimo algodón egipcio que vendían en un puesto callejero a U$S 5,oo cada una (utilicé dos para confeccionar las sábanas, y de la tercera obtuve dos pares de fundas para las almohadas). Luego, comenzó la búsqueda de inspiración en Internet; encontré muchas imágenes maravillosas, pero esta fue la que ocupó finalmente un lugar destacado en mi tablero de proyectos por realizar (lamentablemente no registré la fuente de donde descargué la fotografía, por lo que si alguien la reconoce como suya le agradezco me lo informe para otorgar el crédito correspondiente): 

Una vez elegido mi diseño, sólo restaba tomar hilo y ganchillo y poner manos a la obra...

No voy a mentir: la tarea se prolongó durante meses (sólo podía tejer en mis escasos ratos libres) y hubo momentos en los que estuve a punto de desistir; no obstante, vez tras vez volvía a empuñar la aguja y retomaba el desafío... Lo curioso fue que, mientras aquella labor de amor iba cobrando forma lentamente, comenzaron a aparecer en ferias vecinales y subastas por Internet juegos de sábanas hermosísimos a precios muy razonables, por lo que poco a poco fui adquiriendo diversas piezas para iniciar una pequeña colección de ropa blanca "auténticamente antigua". Pero ello tampoco me hizo cejar en mi empeño: como las damas de siglos atrás, cada tardecita me sentaba junto al fuego con mi canasto de tejido, soñando con el día en que viera el trabajo terminado y pudiera extasiarme contemplando cómo lucían mis sábanas hechas a mano junto a la exquisita colcha de brocato... ¡Quién hubiera podido imaginar entonces que recién un año después, en una nueva casa, el sueño se transformaría en realidad!

 

 

 

 

No, seguro que esto no es meditación... pero la Belleza también resulta un eficaz alimento para el Alma, ¿o no?

  

Nos vemos la próxima... y nunca dejen de soñar ¡ni de CREAR!

Participo en:

 "Bouquet of Talent" de Life on Lakeshore Drive   
  "Saturday Sparks" de Pieced Pastimes 
"The Creative Home & Garden Hop" de Creative Home Expressions   
 "Share It One More Time" de One More Time Events   
 "Make It Pretty Monday"  de The Dedicated House  
  "A return to loveliness" de A Delightsome Life   
 "The Scoop" de Confessions Of A Plate Addict   
 "Knick of Time Tuesday" de Knick of Time    
 "Transformed Tuesday" de PJH Designs   
 "Wednesday's Adorned From Above Blog Hop"   
 "Wildly Original" de I Gotta Create!    
 "Wow Us wednesdays" de Family, Home and Life  
"Blissful Whites Wednesday" de Timewashed    
 "Pearls and Lace Thursday" de Faith, Grace and Crafts  
"Treasure Hunt Thursday" de From my front porch to yours   
 "Share Your Cup Thursday" de Have a Daily Cup of Mrs. Olson 

"Home Sweet Home" de The Charm of Home  
"Shabbilicious Friday" de Shabby Art Boutique 
 "Be Inspired Friday" de Common Ground   
"Feathered Nest Friday" de French Country Cottage   
 "Frugal Friday" de The Shabby Nest    
"Show and tell Friday" de My Romantic Home   
 "Simple and Sweet Friday" de Rooted in Thyme

ACTUALIZACIÓN (17/08/13): He tenido la satisfacción de que este proyecto fuera destacado en "Saturday Sparks" de Pieced Pastimes, distinción por la que agradezco profundamente a Suzanne, su anfitriona.