La buhardilla de Kassandra

Un santuario donde atesoro mis proyectos decorativos... y algunas otras pequeñas maravillas que enriquecen el Alma

enero 08, 2013

La primera cosecha

Hoy quiero contarles algo que no tiene que ver con estilo o decoración, pero sí con la filosofía de vida que mi familia y yo hemos adoptado desde hace un buen tiempo: volver a lo natural, aprender a vivir de una forma más simple y cuidadosa del medio ambiente, y procurarnos una alimentación sana y orgánica aún en medio de la ciudad. 

Reciclar y reutilizar siempre ha sido una constante en mi vida, desde que tengo memoria; pero hace relativamente poco tiempo mi pareja y yo decidimos extender el concepto a nuestra basura hogareña, separando los residuos orgánicos de los inorgánicos y destinando los primeros a la fabricación de abono natural (compost). Cuando iniciamos el proyecto, vivíamos en un apartamento minúsculo donde no teníamos lugar para plantas -de hecho, ¡apenas había espacio para el bebé!-; pero luego, al mudarnos a esta casa con su amplio patio, dispusimos de un ambiente más cómodo y adecuado para elaborar nuestro compost, y al cabo de unos meses teníamos suficiente como para pensar en iniciar una pequeña huerta. 

No fue fácil al principio: el patio trasero está cubierto en un enorme porcentaje por veredas de cemento, y el único espacio disponible para plantar era un cantero de aproximadamente un metro por tres y medio metros, parcialmente relleno con escombros que debimos remover y reemplazar con nuestra flamante tierra abonada -bueno, lo de "debimos" es una licencia literaria: en realidad, todo el trabajo lo hizo el hombre de la casa :)-. El primer intento fue con hierbas aromáticas: sembramos plantitas de albahaca, romero, menta, salvia, orégano, tomillo y estragón. No con mucho éxito, a decir verdad; en pocos días la mayoría de los plantines fueron diezmados por una colonia de hormigas instalada en el terreno vecino (¿acaso no decían que las aromáticas eran útiles precisamente para ahuyentar bichitos?) y lo que ellas dejaron, acabó devorado por alguna babosa intrusa cuyo paradero no pudimos localizar, a pesar de seguir las claras pistas que dejara a su paso.

Durante el invierno, nuestros afanes hortícolas estaban tan alicaídos que permanecimos en una especie de impasse, sin atrevernos a someter ninguna planta al rigor de las heladas; pero al llegar la primavera, decidimos que era un buen momento para volver a intentarlo. Esta vez elegimos a modo experimental zapallitos de tronco, lechugas, tomates y melones. Compramos semillas, plantamos de acuerdo a las instrucciones (las lechugas en almácigo, el resto en siembra directa), regamos y esperamos... Poco a poco, comenzaron a surgir pequeñas plantitas de lechuga en el almácigo, y para el tiempo que las colocamos en su sitio definitivo ya empezaban a nacer también las de zapallo, tomate y melón.

Almácigo de lechuga

Después de algunas semanas, la huerta comenzaba finalmente a cobrar forma...


Para mediados de diciembre, obtuvimos unas tiernas y sabrosas lechugas que sirvieron de acompañamiento en el almuerzo con el que festejamos el tercer cumpleaños de nuestro hijito (es bien sabido que la lechuga es el cultivo más estimulante para los principiantes, porque crece rápido y puede comerse apenas dos meses después de plantarla!). Pero la mayor sorpresa nos la llevamos al regresar de nuestras vacaciones junto al mar: los melones estaban floreciendo, la tomatera tiene ya unos cuantos pequeños frutos, y la zapallera -cubierta de flores cuando nos marchamos- mostraba ahora varios zapallitos enormes y brillantes, y otros tantos en proceso de crecimiento.

 

Así que esta semana, la gran vedette del menú familiar han sido... ZAPALLITOS DE LA HUERTA!!!


Lo puse junto a una regla para que puedan observar su tamaño...

Existen multiplicidad de platos que se pueden preparar con esta versátil y nutritiva hortaliza (para las amigas de otras latitudes, en algunos países se les llama también calabacines); pero hoy voy a explicar dos de los más tradicionales y sencillos: la tortilla de zapallitos y los zapallitos rellenos. Aunque nunca antes había incluido una receta de cocina en el blog, me pareció interesante compartirlas con ustedes...

TORTILLA DE ZAPALLITOS

Necesitaremos:
zapallitos medianos, 3 (en mi caso, con dos fue suficiente!)
cebolla, 1
huevos, 3
queso rallado, 4 cucharadas
aceite de oliva, cantidad necesaria
sal, pimienta y nuez moscada a gusto.

Lavar bien los zapallitos y retirar los troncos. Picar la cebolla muy fina, y saltear en una cacerola donde habremos calentado tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando la cebolla está transparente, agregar los zapallitos cortados en dados pequeños, y continuar salteando hasta que estén tiernos (una vez retirados del fuego, de ser necesario escurriremos el agua que sueltan al cocinarse). Aparte batir los huevos, agregar el queso rallado e incorporar las verduras salteadas; sazonar con sal, pimienta y nuez moscada. Calentar una sartén con un poco de aceite de oliva, volcar la preparación y cocinar tapado, a fuego bajo. Cuando el huevo ha cuajado bien en los bordes, dar vuelta -con ayuda de un plato o tapa de olla- y cocinar del otro lado hasta que la tortilla esté bien dorada. ¡Listo!

Fuente: elpuntodelcaramelo.blogspot.com

ZAPALLITOS RELLENOS

Ingredientes: 

zapallitos, 4
carne picada de ternera, 500 g
cebolla, 1
morrón rojo, 1/2
huevos duros, 2
aceite o manteca, cantidad necesaria
queso rallado, 100 g
sal, pimienta y nuez moscada a gusto

Cocinar los zapallitos en abundante agua con sal hasta que estén tiernos. Retirar del fuego, cortar en mitades y ahuecar cuidadosamente con una cuchara, reservando la pulpa en otro recipiente; dejar escurrir boca abajo. Aparte picar muy finos la cebolla y el morrón rojo, sofreír en aceite o manteca y cuando empiezan a dorarse, incorporar la carne picada. Saltear muy bien hasta que la carne esté totalmente cocida. Agregar la pulpa de los zapallitos (a la que habremos previamente escurrido el exceso de agua y pasado por la procesadora durante unos segundos), la mitad del queso rallado y los huevos duros picados. Sazonar a gusto con sal, pimienta y nuez moscada. Colocar los zapallos ahuecados en una fuente para horno ligeramente aceitada, y rellenarlos cuidadosamente con la preparación. Espolvorear con el resto del queso rallado y llevar al horno hasta que el queso comience a gratinarse. Eso es todo... ¡a la mesa!

NOTA: En lugar de carne de ternera puede emplearse suprema de pollo, o proteína de soja para aquellos que los prefieren vegetarianos... los he probado de ambas formas, y quedan igualmente deliciosos.

 
 

Bueno, con esto me voy despidiendo porque ya se me abrió el apetito ;) Para la próxima prometo dejar momentáneamente la cocina y volver al cuarto de costura, donde tantos proyectos me esperan..

Bendiciones para tod@s, y nos "leemos" prontito.

* Participando en:

"Home Sweet Home" de The Charm of Home
"Old Time Party" de Old Time Farmhouse

2 comentarios:

The Charm of Home dijo...

It looks wonderful! Fantastic that it was from your garden! Thank you for joining Home Sweet Home!
Sherry

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Old Time Cindy dijo...

Gardening is one of my favorite things to do. Trying to wait for spring. Your recipes look good. Thanks for linking to the Old Time Party!
Farmhouse hugs,
Cindy

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